La evolución estética y funcional de la lavadora ha sido
muy importante, sobre todo en los últimos años, con la aplicación de la
microelectrónica. En el aspecto estético, los electrodomésticos panelables, muy
generalizados en la década de 1980, han dado paso a diseños curvos y
estilizados, y a múltiples variedades de color.
En 2008, la Universidad de Leeds diseñó una lavadora que
solo requiere una taza (aproximadamente 0,5l) de agua para cada lavado. Deja la
ropa prácticamente seca y usa menos del 2 por ciento del agua y energía de una
lavadora convencional.
La primera patente fue concedida en Inglaterra en 1691 en
la categoría de Washing and Wringing Machines (Máquinas de lavar y escurrir),1
y Alemania Jacob Christian Schäffer publica su diseño en 1767.2En 1782, Henry
Sidgier obtiene una patente británica para una lavadora con tambor giratorio, y
en 1862, Richard Lansdale exhibe su "lavadora giratoria compacta "
patentada en la Exposición Universal de Londres.
Anuncio de 1910.
Aunque en los Estados Unidos la primera patente fue para
Nathaniel Briggs de Nuevo Hampshire en 1797, no queda constancia del tipo de
lavadora que había diseñado por un incendio en la Oficina de Patentes ocurrido
en 1836. John E. Turnbull patentó en 1843 una "Lavadora con Wringer
Rolls."
Una lavadora de
fabricación alemana.
Ya en 1904 se estaban anunciando lavadoras eléctricas en
los Estados Unidos,5 y las ventas estadounidenses habían alcanzado las 913.000
unidades en 1928. [cita requerida] En 1940, el 60% de los 25.000.000 hogares
con acceso a la luz eléctrica en los Estados Unidos tenía una lavadora eléctrica.
[cita requerida] Sin embargo, debido en parte a la Gran Depresión reciente
desde finales de la década de 1940 a principios de la década de 1950 se
convierte en un artículo de masas. En la Europa occidental desarrollada, la
difusión de la lavadora se produce, principalmente, después de la Segunda
Guerra Mundial y ya a principios de la década de 1960 se convierte en un
aparato cotidiano. Importantes firmas industriales europeas comienzan a
fabricar ingentes cantidades de lavadoras; otras, incluso convierten a las
lavadoras en su principal fuente de prestigio e ingresos (Kelvinator, Zanussi).
Pero el ingenio humano empezó a buscar algunas herramientas
que hicieran el proceso de lavado más cómodo y eficaz. Llegó el año 1780 y
Robinson de Lancashire patentó una máquina para lavar y escurrir la ropa. Dos
años más tarde, en 1782, el inglés Henry Sidgier creó un artefacto utilizado manualmente,
compuesto por un tonel de madera y una manivela. Este sistema era, hasta ese
momento, el más avanzado y el menos dañino para la ropa. En 1851, el inventor
estadounidense James King patenta un modelo dotado de un tambor giratorio. En
1858, el fabricante estadounidense Hamilton Smith agregó un tambor de engranaje
que permitía su rotación en ambos sentidos para maximizar el efecto del lavado.
En 1880, en Ucrania, en un intento por masificar el lavado y secado de ropa en
los hospitales de Crimea, crearon una máquina que cumplía con la función de
secar la ropa al mismo tiempo que se lavaba. La novedad de este diseño
consistía en un sistema de rodillos con los cuales se llevaba a cabo el
escurrido de las prendas.

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